Estos últimos días he participado en la adaptación de niños que inician su vida en el jardín infantil.
Una cosa que me ha tocado es estar en la entrada del lugar y observar cómo estos pequeños llegan aferrándose a sus mochilas, y especialmente, a sus padres, sintiendo el miedo de ser abandonados por sus seres más queridos.
No hay que olvidar que ellos han estado desde su nacimiento en sus casas, y muy cerca de sus padres o cuidadoras, y ahora se encuentran frente a un nuevo mundo: en las puertas del sistema educacional.
Y si a esta ecuación le agregamos características propias de su etapa de desarrollo como el poco entendimiento de la noción de tiempo, el desapego y capacidad de tener un vínculo con otros adultos que no conocen, podríamos explicarnos las reacciones de aquellos nuevos alumnos.
Y luego pienso: ¿qué consejos darles para tener la mejor experiencia posible al llegar al jardín infantil?
El primero y más importante es darnos el tiempo. Todos comenzamos el día corriendo, organizando la casa, pensando en el tráfico y la llegada a nuestro trabajo. Estos chicos sienten esas ansiedades que les transmitimos, por que dejemos al lado nuestras preocupaciones al entrar a sus salas.
Lo segundo es hacerlos sentir queridos y no abandonados. Abrácelo y si es muy creativo invente una manera de despedirse especial para él o ella. De esta forma tendrá un lazo emocional más fuerte con su hijo. También explique que se quedará con la Miss… hasta la actividad de cierre (por ejemplo, leyendo el cuento).
Y lo último, dele la tranquilidad que vendrán por él o ella. Siempre verbalice quién o quiénes vendrán a buscarlo o buscarla.
Al principio, va a costar la separación, sin embargo, al hacer esta rutina diaria les ayudará a bajar la ansiedad en sus hijos y comenzar a sentirse parte de su Jardín.